Hidratarse es fundamental en cualquier época del año, aunque, en verano con las altas temperaturas beber agua es beneficioso para regular la temperatura del cuerpo. Hacerlo es importante para cualquier persona, sin embargo, las personas mayores corren riesgos mayores si sufren una deshidratación.
En el Artículo de hoy hablaremos de su importancia, de algunos de los síntomas de la deshidratación y te daremos varios consejos para protegerse de las olas de calor. ¿Nos acompañas? ¡Quédate y toma nota! Además recuerda que si quieres formarte puedes hacerlo con nuestras especializaciones en el sector de los cuidados en vejez y geriatría.
Índice de contenidos
La importancia de hidratarse
El agua es un elemento imprescindible para el ser humano, más de a mitad del peso de nuestro cuerpo es agua y es vital para que muchos procesos metabólicos del organismo hagan su función.
El cuerpo empieza a deshidratarse antes de tener sed, por ello, es preciso hidratarse constantemente para asegurarse de que el organismo se mantiene en buen estado, sobretodo en las épocas de más calor.
Síntomas de deshidratación en adultos
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente agua. Este pierde más liquido del que se le proporciona y aunque no siempre existe un indicador preciso, algunos de los síntomas más notables son los siguientes:
- Mucha, mucha sed
- Dolores de cabeza
- Orinar poco y de color muy oscuro
- Fatiga
- Mareos y sensación de aturdimiento
- Desorientación y confusión
¿Que hacer en caso de olas de calor?
Hidratarse correctamente es vital para que el cuerpo se mantenga en condiciones optimas de salud, sobre todo en verano una época en que las olas de calor y las altas temperaturas son constantes.
Dar al cuerpo el agua que necesita es primordial para prevenir un posible golpe de calor y combatir la deshidratación, así que presta atención, a continuación te damos algunos consejos a tener en cuenta:
Protegerse del sol
Evita no estar expuesto al sol durante las horas de más calor. En casa procura mantener cerradas las ventanas y las persianas en las que el sol incide directamente, y, por la noche tenlas abiertas para ventilar y refrescar las estancias. Utiliza aparatos de climatización para mantener el ambiente fresco y, del mismo modo, mantendréis fresca vuestra temperatura corporal.
En la calle, protégete con gorra, gafas de sol y protección solar, viste con ropa ligera, de color claro y tejidos frescos. No te olvides de llevar una botella de agua para beber y mantenerte hidratado constantemente e incluso mojarte la cabeza, el cuello y la cara. No andes bajo el sol, y si lo necesitas párate a descansar bajo arboles, en las sombras o entra en espacios cerrados con climatización. Ten en cuenta que si estas en el coche no debes quedarte dentro con las ventanas cerradas.
Mantenerse fresco e hidratado
Recuerda la importancia de hidratarse bebiendo agua y refréscate a menudo bajo la ducha. En caso de estar en la playa o en la piscina báñate con frecuencia, protégete del sol bajo una sombrilla y mójate con toallas húmedas.
Evita salir al mediodía y reduce las actividades físicas o intensas que aceleren la sudoración. Si haces deporte o sales a pasear al aire libre que sea en las horas de menos calor.
Beber líquidos y comer alimentos con cantidad de agua
Se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua al día, incluso sin tener sed. Hazlo constantemente. No dudes que hidratarse con agua es la mejor opción, aunque, también puedes alternarla con zumos de fruta naturales, infusiones, bebidas vegetales o lácteos.
Evita las bebidas con gas y las alcohólicas. El alcohol es diurético y favorece el proceso de deshidratación.
Come verduras y hortalizas en cada plato, son alimentos ricos en agua. De echo, no es una recomendación solo para el verano, sino que, son beneficiosas e imprescindibles siempre en una dieta sana. Sin embargo, en épocas de calor es mejor tomarlas en platos fríos, son más refrescantes. Por otro lado, se recomienda evitar las comidas contundentes y calóricas. ¿Y la fruta? Por supuesto que es una muy buena opción, y es que, es ideal para hidratarse. Puedes comer fruta a cualquier hora del día. Además de que tiene un contenido elevado de agua, aportan cantidades de vitaminas y minerales muy interesantes para la salud.
Cuidar de las personas que necesitan asistencia
Si estas al cargo de personas mayores, conoces a alguien con alguna enfermedad crónica o que vive sola, recuerda que son una prioridad. Intenta visitarles dos veces al día o mantener el contacto con frecuencia. Puede que necesiten ayuda y es fundamental asegurarse de que están bien y les ayudemos a hidratarse siguiendo todos estos consejos. Además, si toman medicación es importante que el médico revise si esta puede afectarle a la temperatura. También se debe revisar la tensión arterial.